¿Puede alguien decirme: "Me voy a comer tu dolor"
y repetirme: "Te voy a salvar esta noche"?

Que el infierno está encantador
este infierno está embriagador
esta noche, está encantador
tu infierno está encantador esta noche
El infierno está encantador esta noche / Los Redondos

El complejo mundo de los valores está profundamente ligado al sufrimiento y al goce. Si indagamos un poco, rápidamente descubriremos teorías que son fundamentadas por estos sentimientos, o al menos veremos una presencia importante en muchas de ellas. Un ejemplo claro es el cristianismo y toda su tradición de castigos y bendiciones. Utilizados como herramientas para el proselitismo escuchamos a los predicadores hablar sobre el día del juicio final, sobre la salvación, el perdón divino, el purgatorio, el sacrificio de cristo, la redención, el pecado original, etc... Sin embargo, no todos sufrimos o gozamos con lo mismo o de la misma forma, algunos son fuertes mentalmente, otros físicamente; unos pueden sacrificar determinadas cosas y el resto otras. De esa manera también evaluamos distintamente las vidas de terceros. Entonces, si somos tan distintos ¿cómo sabré cuándo me necesitas; y tu cómo sabrás, cuándo te necesito?

"¡Oh, la crueldad incomprensible, inadmisible! Le sentenció Dios a muchos miles de siglos de Purgatorio porque si los hombres al que no matan, al que absuelven de la última pena lo sentencian casi al mismo con sus treinta años, Dios, al que perdona del Infierno, le condena, a veces, a toda la eternidad menos un día, y aunque ese día mata por completo toda la eternidad, ¡cuán vieja y cuán postrada estará el alma el día en que cumpla la condena!. Estará idiota como el alma de la ramera Elisa, de Goncourt, cuando sale del presidio silencioso.
"¡Cuántas hojas de almanaque, cuántos lunes, cuántos domingos, cuántos primeros de año esperando un primero de año separado por tantísimos años!" pensaba el sentenciado, y no pudiendo resistir aquello, le pidió a un Dios tan abusivamente cruel, que le desterrase al Infierno definitivamente, porque allí no hay ninguna impaciencia.
"¡Matadme la esperanza! ¡Matad a esa esperanza que piensa en la fecha final, en la fecha inmensamente lejana!" gritaba aquel hombre que por fin fue enviado al Infierno, donde se le alivió la desesperación."

Ramón Gómez de la Serna
Muestrario (1918)


5 comentarios:

Nihil dijo...

Me costó meter este sistema de comentarios. Me quedó feo pero igual sirve... creo.
Comenten...
Saludos!!!!

Ralle dijo...

Muy buena tu pagina Nihil!
Gracias por compartir esta musica

Anónimo dijo...

no me gusto esta ventana no me deja revisar tu pagina....Luchinchin

Anónimo dijo...

¿Por qué no te deja revisar la pág.?
¿Cuál es el problema?

Anónimo dijo...

Creo haber encontrado y solucionado el problema.
¿No se veía el lado izquierdo de los post?
No me habia dado cuenta porque en Firefox (el navegador que uso) se ve bien. Si ese era el problema creo haberlo solucionado corrigiendo la plantilla...

Saludos!!!